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OPINA RADIO CLARÍN 28.12.23

La Fiscalía General de la Nación comunicó ayer que el señor Fiscal de Corte interino, Dr. Juan Gómez, sufrió un quebranto de salud que le impuso internarse y pedir licencia por un mínimo de 20 días.

Cabe recordar que hace tres años, el Dr. Gómez fue operado del corazón y cuando fue dado de alta reasumió como titular de la Fiscalía de Homicidios, sin pedir una función más liviana. Y esa actitud, que figura en su foja de servicios, merece respeto y solidaridad por encima de divergencias y críticas.

Durante esta ausencia del Dr. Gómez, deberá aplicarse el art. 27 de la ley 19.483, que manda reemplazar al titular por  “el fiscal de Montevideo con mayor antigüedad en el cargo”.

En el caso, la mayor antigüedad inviste como subrogante a la Dra. Mónica Ferrero, que a los años de ejercicio suma el talento y el prestigio bien ganado como Fiscal de Estupefacientes de Primer Turno, un cargo que exige dedicación y valentía.

Con esos antecedentes, cabe pensar que está en muy buenas manos el reemplazo transitorio del Fiscal de Corte interino y cabe desear que en las próximas semanas –donde por la Feria descansa la Justicia pero el delito no descansa- el sistema nacional de Fiscalías trabaje en orden, con eficacia y en paz.

Pero el tema no debe agotarse en la buena calidad del reemplazo ni en la continuidad del servicio, porque la fragilidad de la salud del Fiscal de Corte Interino deja en el tapete la amarga realidad de que el elenco político está en deuda con la Fiscalía General de la Nación, por mantener su cabeza rectora en estado de interinato, y ahora en estado de subrogación del interinato.

Las instituciones implican continuidad y certeza. Por tanto, no es normal que todos acomoden el cuerpo y esquiven conseguir los 18 senadores cuyo voto hace falta para ungir a un Fiscal de Corte con la regularidad que manda la Constitución.

El Uruguay tiene la oportunidad de darle un fuerte espaldarazo a su Estado de Derecho, si en gestos de grandeza, la coalición gobernante y la coalición opositora son capaces de unir las voluntades necesarias  para poner al frente de la Fiscalía General de la Nación a un Fiscal de Corte titular, que ejerza sin sentirse limitado por la provisoriedad de su permanencia.

Es que realmente hace falta un jurista que, sin personalismos dañinos, se constituya en garantía por encima de los partidos políticos y de las críticas, reclamos y disensiones que han perlado el mundillo de las fiscalías.

Así lo siente y así lo afirma Radio Clarín