Provoca múltiples reacciones -muchas de ellas críticas y de condena- la entrevista televisiva que se le hizo al prófugo Sebastián Marset en un lugar no revelado del Paraguay, en unas condiciones que por lo menos son discutibles.

Por encima de las singularidades del pretendido reportaje, en el conjunto quedó meridianamente claro que era verdad que –como venía diciéndose antes de divulgarse la entrevista- el narcotraficante Marset busca negociar el regreso al Uruguay de su esposa Gianina García Troche y su cuñado Mauro García Troche. Como se sabe, los dos están eludiendo la búsqueda y persecución que –también por narcotráfico- les dirige la Justicia de la hermana República del Paraguay junto con Interpol, donde los dos tienen alerta roja.

Para caer simpático, el declarante no vaciló en acusar de corruptos a los Estados donde se ha escondido últimamente y extender certificados de legitimidad para el Uruguay y para su Justicia. Poco le faltó para impartirnos bendiciones, como si los Estados y los Jueces estuvieran sometidos a la opinión de los delincuentes prófugos, en vez de ser precisamente al revés.

La respuesta de la República Oriental del Uruguay fue ejemplar.

El Presidente Dr. Luis Lacalle Pou, en rueda de prensa, dijo que  no había visto la entrevista, pero se pronunció rotundo sobre el pedido de la familia Marset: “El gobierno no negocia con narcotraficantes, eso está meridianamente claro”. Y agregó “No debería ni decirlo. Esperemos que la coordinación de las distintas policías sea efectiva para llevar a cabo lo que hay que hacer".

A su vez la Fiscalía General de la Nación informó anteayer que efectivamente un emisario de Marset contactó a los fiscales Dres. Mónica Ferrero, Enrique Rodríguez y Diego Pérez, pero la respuesta fue que cualquier solución tiene que apegarse al Derecho y obedecer fielmente los tratados internacionales.

"Si hay pedidos de extradición de cualquier persona, mucho más de un narcotraficante, Uruguay va a cumplir con sus obligaciones", aseguró el Fiscal de Corte, Dr. Juan Gómez, recalcando que la Fiscalía General de la Nación "no está para hacer acuerdos con narcotraficantes".

La respuesta es tan clara y contundente, que en ella debemos escuchar la voz de la conciencia de cada uno de nosotros y sentir el alma nacional, unificada por encima de partidos, ideologías y conveniencias.

Porque el narcotráfico enferma, mata, corrompe y asesina.

Y con esa lacra no se puede pactar, como bien dijeron el Presidente de la República y los Fiscales Nacionales.

Y como debemos sentirlo todos.

Así lo siente y así lo firma Radio Clarín.